La Juguetera

viernes, 22 de mayo de 2015

Desenfreno II

*NOTA: Lee antes Desenfreno 
"¿A qué se refería exactamente con eso? ¿Qué quería decir? De repente, unos focos muy brillantes nos deslumbraron, cegándonos. No pude identificar bien lo que era, hasta que mis ojos se adaptaron a semejante chorro de luz y me percaté. Era un coche. Seguidamente justo al lado, se encendió otra luz y luego otra, y otra... Habían en total cinco coches enfocándonos. Cada vez me hacía más pequeña en aquel asiento y la vergüenza me invadía ¿Nos habían visto? ¿Qué estaba pasando?"


-¿Qué es esto Raúl?- Pregunté confusa a la vez que exhausta.-
-Te dije que esto no ha hecho más que empezar. Espero que estés preparada para lo que viene a continuación. No vas a olvidar esto en tu vida. Baja del coche.-Ordenó
-Deja que coja el vesti...- No me dejó terminar la frase
-¿Qué cojas qué? No me hagas reír. Baja del coche desnuda. No voy a dejar que cubras ese cuerpo que incita al pecado. Todo el mundo debe admirarlo...

lunes, 11 de mayo de 2015

Pajas

Pajas.

La gente, mayor parte mujeres, no reconocemos que nos hacemos pajas; dicho más finamente, nos masturbamos. No digo que cada vez que conozcas a alguien, le digas "Hola, me llamo Pepita y me masturbo", rollo "LoQueSea" Anónimo Nadie dice que tengamos que airear nuestra sexualidad a los cuatro vientos,  pero que la mayoría de la gente se masturba es normal y, aunque todo el mundo lo sabe, no deja de ser un tema tabú.

Yo, me hago pajas. Sí, me toco el timbre, froto mi garbancito, me masturbo, me hago manualidades, toco el arpa... Practico el onanismo pasional, o lo que es lo mismo: Me quiero. Me follo a mi misma porque me encanto y me deseo y, aunque suene narcisista, es real. Si no quiero hacerme el amor a misma ¿Quién va a querer hacérmelo? Si tú no quieres tocarte ahí debajo ¿Por qué va a querer hacerlo otra persona? Siempre me he dicho "Lidia, aquí paja y después gloria"

viernes, 8 de mayo de 2015

Toc Toc

Antes de leer, debes saber:
El siguiente relato no es de mi propiedad, sino que una fiel seguidora ha decidido pasármelo para publicarlo en el Blog. Si me lees a menudo, me reconocerás en algunas partes, pero la idea principal y la mayor parte del texto es de esta seguidora. Espero que te guste.


Se disponía a darse un baño, cuando escuchó que golpeaban en la puerta. Le entró un pequeño cosquilleo en el estómago y las mariposillas no paraban de revolotear. Ella intuía quien podía ser. Su hombre, su amante, su amigo, su compañero, su… Todo. Cogió su albornoz de leopardo rosa, se dirigió a abrir la puerta y allí estaba él, con ese vaquero ajustado y esa camiseta gris, que le marcaba todos y cada uno de sus músculos. Estaba de espaldas a la puerta y ella pudo ver sus hombros perfectamente definidos. La saludó con un beso embriagador, de los que quitan el hipo, mientras la metía en casa y la apoyaba en la pared que se encontraba detrás de la puerta.

martes, 5 de mayo de 2015

Cinco minutos más

Me lamió la cara, dejando caer un chorro de baba que recorría mi rostro llegando hasta mi cuello...

El día estaba siendo agotador. Había recibido mercancía, las cajas estaban repartidas por toda la tienda, entorpeciendo a los clientes y a cada paso que daba, mi integridad física corría peligro. Tenía casi toda la nueva colección colocada a falta de algunos tangas que perchar y exponer en uno de los frontales. Terminé de atender a una clienta algo pesada, que deseaba que yo misma le buscase algún conjunto con el que sorprender a su marido esa noche. No sé si mis clientes se darán cuenta pero, no conozco los gustos de los maridos ni de las esposas de nadie y, hacer señas con las manos como si estuvieran agarrando los pechos de su pareja, no puede considerarse una unidad de medida. Salí del mostrador, fui hasta la parte trasera del local y, dando la espalda a la puerta, me agaché para coger la mercancía que aún quedaba dentro de la caja.

-Buenas tardes ¿Podrías ayudarme?

Era una voz varonil y profunda, como la de los locutores de radio. No me esperaba a nadie justo detrás de mí. De la impresión, resbalé y caí al suelo, siendo mis nalgas quien se llevasen todo el impacto
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